Ámsterdam está lista para comenzar las pruebas de un sistema remoto de control de velocidad de bicicletas eléctricas diseñado para mejorar la seguridad en los carriles bici congestionados de la ciudad. La innovadora tecnología de "ajuste inteligente de velocidad" reducirá automáticamente la velocidad de las bicicletas eléctricas en áreas críticas como cerca de escuelas, intersecciones concurridas o sitios de construcción.
La prueba fue iniciada por la concejal de Ámsterdam, Melanie van der Horst, quien experimentó de primera mano cómo el sistema reducía la asistencia al pedaleo de su bicicleta eléctrica al entrar en "áreas vulnerables" designadas. Van der Horst expresó su anticipación por la prueba que abarcará toda la ciudad en una ruta ciclista específica a finales de este año, con la esperanza de que conduzca a condiciones más seguras en los bulliciosos carriles bici de Ámsterdam.
Desarrollado en colaboración con el Townmaking Institute y la empresa de tecnología Odido , este sistema representa un paso significativo hacia la integración de la tecnología avanzada con la movilidad urbana. Durante una demostración, Van der Horst observó que el sistema reaccionaba rápidamente cuando detectaba peligros potenciales, como un niño jugando cerca, reduciendo su velocidad a 15 kilómetros por hora.
Paul Timmer, administrador de activos del Townmaking Institute, enfatizó que el desafío del sistema radica más en lograr la aceptación pública que en el despliegue tecnológico. Destacó que la mayoría de los fabricantes de bicicletas eléctricas utilizan sistemas compatibles, lo que simplifica la integración.
En los Países Bajos, las bicicletas eléctricas pueden ayudar hasta una velocidad máxima de 25 km/h. Las medidas recientes han incluido el uso de bancos de pruebas con rodillos por parte de la policía holandesa para garantizar el cumplimiento de las normas de velocidad para bicicletas eléctricas y otros vehículos eléctricos ligeros. Además, en 2020, el gobierno holandés comenzó a financiar proyectos para implementar restricciones de velocidad para las bicicletas eléctricas en áreas urbanas para fomentar un enfoque de viaje más centrado en la comunidad.
La urgencia de tales innovaciones queda subrayada por las estadísticas de tráfico de Ámsterdam, que revelan que más de la mitad de las víctimas del tráfico el año pasado fueron ciclistas, y una proporción significativa de ellas fueron bicicletas eléctricas. Van der Horst destacó el riesgo que representan las bicicletas eléctricas de alta velocidad, señalando su potencial de causar lesiones graves en accidentes debido a su gran peso y velocidad.
El programa piloto se expandirá más allá de Ámsterdam y se planean pruebas futuras en las principales ciudades europeas como Milán, Atenas y Munich. En estas pruebas participarán voluntarios que utilizarán una aplicación para recibir alertas sobre la aproximación a zonas de velocidad restringida. Esta aplicación complementará un sistema basado en GPS que hace cumplir los límites de velocidad de forma dinámica, garantizando que las bicicletas eléctricas respeten velocidades seguras en áreas sensibles.
Mientras la ciudad anticipa el lanzamiento de esta prueba, la iniciativa se considera no solo un avance tecnológico sino también un paso vital hacia la redefinición de la movilidad urbana y la seguridad en Ámsterdam y más allá.